En las últimas 24 horas han perdido la vida 31 personas en el país galo, lo que asciende el total de víctimas a 18.475. El número de pacientes hospitalizados baja hasta las 14.322 personas. Los rumores de traspaso que apuntaban a Sergio ‘Chacho’ Rodríguez hacia otro conjunto se diluyeron con el paso de las horas y el base que jugó en el Real Madrid no cambiará de equipo. Diez jugadores del Atlético de Madrid dieron positivo a los test que se les ha practicado para la detección del coronavirus. El jugador podría declinar su opción para 2018-19 y muchos equipos están convencidos de que renovará con el equipo que consiga hacerse con sus servicios antes del 8 de febrero.
A la conclusión de dichas obras el estadio cambió su nombre a Heliodoro Rodríguez López, en reconocimiento al que fuera jugador y presidente del club, fallecido en 1950 mientras mantenía el cargo de presidente. El Estadio Azteca es la casa de fútbol del Club América, Cruz Azul y de la Selección Mexicana de Fútbol. El filial milita actualmente en la Segunda División «B», tercera categoría del fútbol español. Sus dos rivales son el Espanyol, contra el que disputa el derbi catalán, y el Real Madrid, con quien se enfrenta en El Clásico, uno de los encuentros de mayor rivalidad del fútbol mundial. Si algo es característico de la provincia son sus playas. Y precisamente el vino, el buen vino, ese canto a la vida que se bebe, volverá a ser protagonista las próximas semanas en Barcelona. Aunque más de 100 años nos separan de ese recetario, las fórmulas que en él se describen siguen estando más que vigentes.
Pasado ese tiempo, devolvemos la cacerola de nuevo al fuego -“al fuego vivo”, para ser más precisos- y revolvemos con una cuchara de madera para comprobar que esté bien ligada y que todos los ingredientes se han integrado correctamente. Y continúa: “añádase a esta mezcla sal y pimienta; póngase aceite en una cacerola y hágase freír todo ello, añadiendo partes iguales de agua y vino blanco”. Cuando esté tibia, debemos espolvorear perejil, cebolleta picada finamente, sal y pimienta. Después hay que sazonar la mezcla con sal y pimienta. Una vez hecha esta oscura mezcla hay que apartar la cacerola del fuego y “despumarse y desengrasarse repetidas veces el caldo hasta que una hora después no quede ninguna partícula de grasa ni de espuma en la superficie”.
En esta receta del siglo XIX se explica que, para prepararla hay que hacerse con una cacerola o una vasija de barro y derretir en ella “al fuego suave o al baño maría” una buena cantidad de mantequilla muy fresca. “Esta salsa debe tenerse siempre hecha porque con ella se mejoran los guisos”, recomienda el autor/a. Como quizá el refrán adecuado sea “vale más la salsa que los perdigones”, a continuación recogemos algunas de las recetas del libro, para que estimules el apetito con salsas populares de hace más de un siglo. Como su esposo, el economista Luis de la Rosa.